Pregunta: Soy vecino de la ciudad de
Al-Rayn la Vieja,
resido en
Qahtan,
y gozo de la compañía de una familia numerosa, que comprende un cierto número de vástagos y algunas mujeres, una de las cuales, por voluntad de Allah, parió una niña negra. Su color es completamente diferente al de nuestra familia. Algunos de mis parientes han reprochado mi silencio y me instan continuamente rechazar la paternidad de la chiquilla, aunque su madre insistió en que la criatura era el fruto lícito de nuestra cohabitación. Aún albergo algunas dudas sobre su paternidad. ¿Seré castigado por Allah si mando al traste mis dudas y las presiones sufridas y acepto sin reservas la paternidad de ese bebé? ¿Incurriré en una falta ante Allah si ignoro las dudas que suscita su nacimiento? ¿Podrían aclararme el caso? ¡Allah Se digne recompensaros por vuestros desvelos!
Respuesta:
El color obscuro de la piel del bebé no constituye, en ningún caso, una prueba fehaciente de su ilegitimidad, (
Número del tomo 20;
Página 338) pues quizá fuera negro alguno de vuestros abuelos de ambos sexos, tanto paternos como maternos, u otros antepasados. Por ello, sus sospechas acerca de la paternidad de esa niña no tienen fundamento: deséchalas pues de inmediato. Por otra parte, obran muy mal quienes le han instado, o le instan todavía, para que rechace legalmente la paternidad de su retoño, basándose tan sólo en el color de su piel. A ese respecto, existe una tradición profética genuina (hadith) transmitida por
Abu Hurayrah
-Allah esté complacido con él- el cual dijo:
-En cierta ocasión, un cabileño de los Banu Fazarah se dirigió al Mensajero de Allah, -la paz y las bendiciones de Allah sean con él-, de la siguiente forma: "mi mujer ha parido un niño negro". Así insinuaba su intención de no reconocer a la criatura. El Mensajero de Allah le replicó diciendo: "¿Tienes camellos?", (El cabileño) respondió afirmativamente. A continuación, el Profeta le preguntó: "¿De qué color es su capa?". Y el otro respondió: “es roja”. El Profeta volvió a inquirirle: "y, por ventura, ¿No hay acaso entre ellos alguno moteado, con manchas obscuras?" El hombre tomó de nuevo la palabra y dijo: “sí, en efecto, hay varios cuya capa es entreverada”. A la sazón, el Profeta se dirigió a él en los siguientes términos: "¿Y cómo lo interpretas?". A lo que el interpelado respondió: “quizá se deba a su ascendencia”. Y entonces, el Profeta replicó: "tal vez el color de tu hijo se deba también a su linaje". De esa manera, le impidió que renunciara a su paternidad-.
Recopilado por
Ahmad,
Al-Bujari,
Muslim
y los demás autores de las compilaciones de Al-Sunan
¡Que Allah nos conceda el éxito!¡Que Allah bendiga a nuestro profeta Muhammad, su Familia y sus Compañeros!