Pregunta: Un musulmán que es empleado, en su trabajo se le obligó a irse de
Mina,
después de haber estado de pie en
'Arafat
y haber lanzado los guijarros tras la madrugada del día de la Inmolación; encargando a otra persona de lanzar los demás guijarros y de inmolar. Luego, se fue de Mina
a la Meca
donde realizó tawaf (circunvalar alrededor de la Ka`ba)
(
Número del tomo 11;
Página 291) y ejecutó Al Sa'y (recorrido entre los montes de Safa y Marwa) después de la oración del viernes. Al rato, se fue a la sede de su trabajo que está a unos
1270 k.m.
de la Meca, para poder llegar a su trabajo por la tarde del sábado; segundo día de la fiesta pasada. Ya que su jefe se lo puso como una condición y le advirtió de las consecuencias del retraso. La gente del pueblo -donde trabaja- se extrañó de su regreso temperano y le dijo afirmando que no se cumplieron las condiciones de hajj (peregrinación mayor), ni sus pilares. Esta persona pregunta por la validez de lo que la gente pretende decir, enfrentándole con ello; lamentando sin prestar atención al hecho de que estaba obligado a obedecer la orden de su jefe saudí quien le había confirmado, antes de su ida al hajj, que esto sería válido.
Respuesta: Si la cuestión es tal como se ha mencionado, el hecho de encargar a otra persona de cumplir el lanzamiento es incorrecto. Puesto que lo que usted ha mencionado sobre el hecho de que su jefe le puso como condición que regresara por la tarde del sábado; segundo día de la fiesta, y de que le advirtió de las consecuencias del retraso, no se considera como una excusa justificante ni del viaje ni del encargo. A consecuencia de ello, usted dejó de cumplir tanto el lanzamiento de los guijarros de los días once y doce como la permenencia en Mina durante las noches de los días once y doce, y tawaf al-wada' (circunvalación de despedida). Por lo tanto, usted tiene que arrepentirse sinceramente ante Allah -Glorificado sea-. Así como debe, en recompensa de cada una de estas tres obligaciones, una ofrenda que se degüella en
la Meca
y se distribuye entre los pobres del territorio sagrado de la Meca. Y si no pudiera, tendría que ayunar unos diez días por cada ofrenda, y no vuelva a hacerlo nunca jamás.¡Que Allah nos conceda éxito!¡Que Allah bendiga a nuestro profeta Muhammad, su Familia y sus Compañeros!