Pregunta: La mendicidad se difunde en muchos países islámicos, especialmente en las mezquitas y los centros del saber. Pues, tan pronto que el Imán termina la oración y dirige su cara a los orantes, los mendigos se levantan rápidamente ante las filas de los orantes, explicando su estado, y quizá se esfuercen en llorar para ganar la compasión de la gente, pidiendo una ayuda o pretendiendo sufrir una desgracia o una invalidez que no tiene. Además de engañar a los musulmanes y tomar sus dineros ilegalmente, esto conduce a perturbar a los orantes que recuerdan a Allah después de la oración, así que este mendigo interrumpe su recuerdo a Allah, molestándoles y causándoles confusión en lo que se refiere a las plegarias. (
Número del tomo 24;
Página 375) Su Eminencia, ¿hay algún inconveniente en que el Imán advierta a los orantes para que no den dineros a tales mendigos? Si lo más probable es que el mendigo es mentiroso, ¿está permitido expulsarlo de la mezquita? ¿Acaso el hecho de advertir a los musulmanes de algunos mendigos y prohibir darles dinero por la aparente falsedad de su pretensión se incluye en la prohibición de la aleya que dice?:
Ni ahuyentes al mendigo
Finalmente, ¿qué significa "Ni ahuyentes" en la aleya sagrada? Y ¿Qué es la calidad del mendigo que no se debe ahuyentarle? Aconséjennos, ¡que Allah les otorgue el conocimiento!
Respuesta: Está permitido para el necesitado, que no tiene lo necesario para vivir y no es capaz de trabajar para ganarse la vida, que pida a la gente sólo lo que satisface sus necesidades. En cuanto al no necesitado o el necesitado que es capaz de trabajar y ganarse la vida, no les está permitido mendigar, y lo que toman de la gente en este caso se considera ilícito, de conformidad con el hadiz que fue narrado por
Qabisa ibn Mujariq Al-Hilali
-que Allah esté complacido con él- que dijo:
Me hice responsable de una deuda para arreglar un conflicto y fui al Mensajero de Allah -la paz y las bendiciones de Allah sean con él- a preguntarle por dicha deuda y me dijo: "Espera hasta que nos llegue el azaque y atenderemos tu petición". Después añadió:
¡Oh Qabisa!
(
Número del tomo 24;
Página 376) Pedir el azaque sólo está permitido en estos tres casos: A un hombre que se encargó con una deuda de otro; a éste se le permite pedir hasta que pague la deuda, y luego que se detenga de pedir; al hombre al que sobrevino una desgracia, perdiendo su dinero o su cosecha, pues tiene derecho a pedir hasta que salga de la calamidad en la que se encuentra; al hombre al que le llegó un estado de extrema pobreza, de tal manera que tres personas de entre los justos digan: "Verdaderamente a fulano le ha sobrevenido la pobreza". Entonces le está permitido pedir, hasta que salga de dicha pobreza. Y fuera de estos tres casos nadie tiene derecho a pedir; y quien tomara algo de ella,
¡Qabisa!,
pues está tomando y comiendo algo ilícito"
Recopilado por Ahmad, Muslim, Al-Nasa’i y Abu Dawud. También hay otro hadiz que dice:
Quien pide a la gente para aumentar lo que tiene (en demasía), es como si convirtiera en fuego lo que coge
Y otro que dice:
No es lícita dar la limosna al rico ni a la persona fuerte y de buena forma física
Recopilado por los cinco compiladores del hadiz, excepto
Ibn Maga y
Al-Nasa’i.
Deben aconsejarle, y los ulemas tienen que declarar esto a la gente en los sermones del viernes y las otras ocasiones, y en los medios de comunicación. Respecto a ahuyentar al mendigo, mencionado en la aleya:
Ni ahuyentes al mendigo
(
Número del tomo 24;
Página 377) significa: Reprobarle con voz alta, y la aleya incluye la persona que pide dinero y la que pregunta sobre los veredictos legales. Esto no impide guiar al preguntador errante y aconsejarle por medio de la sabiduría y la buena exhortación. ¡Que Allah nos conceda el éxito! ¡Que Allah bendiga a nuestro profeta Muhammad, su Familia y sus Compañeros!