( Número del tomo 6; Página 254) Pregunta: Les consultamos acerca de la cuestión de la oración colectiva de las alumnas en nuestro colegio. Tenemos un problema al respecto; porque el colegio es un edifico pequeño y alquilado, donde no hay habitaciones libres que sirven de oratorio. Por ello, hemos destinado un cuarto muy pequeño que no cabe a todas las trescientas alumnas. Tenga en cuenta que dicho cuarto está situado al lado de los aseos, por lo que pueden llegar unas cucarachas, entre otras cosas, al oratorio. Por consiguiente, la oración se realiza en congregación en el pequeño patio de la escuela, sobre unos tapices, en un tiempo muy caluroso en verano y muy frío y lluvioso en invierno; condiciones que obstaculizan la realización de la oración. Además, el edificio no tiene lavabos suficientes para todas las alumnas, pues sólo hay 5 aseos y 4 lavabos; lo que causa muchedumbre al hacer la ablución, sobre todo, al quitar sus zapatos y sus medias, además de los malos olores que resultan de este acto, tanto durante la ablución, como durante la oración. Debido a la rigurosidad que ejercen las responsables sobre las alumnas para rezar, y aunque nos empeñamos en ofrecerla, algunas de ellas pueden realizar la oración completamente sin ablución o sin cumplirla. Además, nos damos cuenta de que algunas estudiantes son indifirentes al rezar, tanto con respecto a cubrir todo su cuerpo, como en cuanto a sus murmuraciones durante la oración. Por eso, las encargadas del seguimiento, les dirigen una advertencia general mientras están rezando; hecho que influye sobre la concentración y sumisión en la oración, porque, dada la muchedumbre, no tienen la posibilidad de llegar hasta donde están esas alumnas para advertirlas a solas. Por otro lado, vemos que esos avisos dirigidos a las estudiantes, son tan importantes hasta tal punto que no se puede aplazarlos hasta después de la oración. ( Número del tomo 6; Página 255) Partiendo de todo esto, vemos que el ambiente general de nuestro colegio no es completamente adecuado ni preparado para realizar una oración colectiva de las alumnas. Por ello, tememos cometer un pecado por la oración que las alumnas realizan de la citada forma y en las condiciones aclaradas. En este sentido, preguntamos a su Eminencia si está permitido o no que las alumnas hagan la oración en sus casas, siendo esta opción la mejor tanto para ellas como para nosotras mismas. Esperamos su respuesta. ¡Que Allah les conceda la mejor recompensa!