Él trata mal e increpa a su esposa y ella sale de casa sin pedirle permiso


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( Número del tomo 19; Página 235) Pregunta: Soy una mujer de 49 años. No tuve la oportunidad de conocer a mi padre, y me casé después de su muerte, y no tengo hermanos ni parientes excepto mis primos paternos. Tengo diez hijos, cuatro de ellos están casados. Padezco vitíligo en las manos y los pies desde una edad temprana, y mi esposo me amenaza hace 22 años debido a esta enfermedad. Cada vez que se enfada conmigo, dice: "nadie puede tener paciencia contigo salvo yo", o bien suplica a Allah contra mí diciendo: "que Allah te ponga a prueba por más de lo que padeces". Siempre me amenaza que se va a casar con otra mujer, y no me opongo en absoluto. A veces sale de casa por muchos días sin informarme a dónde va, ni el lugar donde se encuentra; cuando regresa, le digo que se está destruyendo a sí mismo y a sus hijos, y entonces grita y dice: "nadie destruirá a mis hijos sino tú". Algunos días me llama y al venir a él dice: "vete". Y si le pido educar a sus hijos, estando menores de edad, les grita y dice: "no quiero verlos aquí". Por otro lado, el segundo esposo de mi madre murió y ella viene para quedarse algunos días conmigo, pero él al pasar por ella no la saluda. Es una mujer anciana y le entristece que yo no la visite; pero mi marido no me deja visitarla. Y si ella viene a nuestra casa, él me dice que la envíe a la suya. Ella no tiene hijos salvo yo, por eso, a veces me voy para verla sin informar a él durante la oración del viernes. No sé a quién obedezco, ¿a mi madre o a mi esposo? A veces me voy a casa de los vecinos, que son muy buena gente, y me quedo por un tiempo con ellos porque estoy enfadada con él o con mis hijos. Quiero saber sí cometo algún pecado al ir allí? Ya no puedo vivir más con él, pero si me separo de él, tendré que abandonar a mis hijos. Les pido, por favor, una respuesta al respecto. Que Allah les recompense con el bien.


Respuesta: En primer lugar, usted y su esposo deben convivir el uno con el otro según lo reconocido, intercambiando la buena palabra y el trato con el bien en el dicho y el hecho. En segundo lugar, cada uno tiene que cuidar el derecho del otro y cumplir con sus obligaciones, también tener paciencia con los hechos insignificantes que realiza el otro para que permanezca la convivencia. En tercer lugar, no está permitido a la mujer salir de la casa de su marido, excepto con su permiso, y si la impide guardar los lazos de parentesco, ella no se considera culpable, sino que la culpa la tiene él. ( Número del tomo 19; Página 236)  ¡Que Allah nos conceda el éxito! ¡Que Allah bendiga a nuestro profeta Muhammad, su Familia y sus Compañeros!




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